Luz tenue, los últimos hits sonando y un desfile sin fin de gente elegantemente vestida te esperan una vez muestres tu preciada entrada. Y digo preciada porque no son entradas que puedas comprar, y si no tienes algún que otro contacto, estás fuera. La cosa iba de VIPs y como yo no me podía perder un sarao de tal alcurnia, ahí que fui. Realmente es uno de los eventos de año de mi querida
Os aseguro, que desde que llegué intenté capturar aquello que más me llamaba la atención, para luego escribir el post. Pero renuncié. Todo era especial, no era una fiesta común. No había nada fuera de lugar, excepto la corbata en la cabeza de algún qu eotro fan de los mojitos ( gratis). Nadie estaba ahí porque sí y más de una acudía con vistas a llevar un gran anillo en su dedo, que eso se huele.
La feria náutica es eso, un boat show, un espectáculo de barcos en el muelle antiguo, que no pueden ser más bonitos. Eso sí en foto, porque si me subo- sin biodramina en vena- me mareo y sería una estampa muy poco elegante. Y, no, no era plan. De todas los stands que había el del Puro Beach era el más concurrido y es que, además de una decoración exquisita dónde las haya, resulta que daban bebidas gratis.Y eso, queridos míos, te muevas en el círculo que te muevas, siempre atrae a la gente. Nunca falla. Es la ley de la gravedad social, bebidas gratis igual a mucha gente.
Dato importante para shopaholics como yo: Hay tiendas dentro. Así que si no habéis quedado satisfechas con vuestra vuelta por el centro comercial, allí tenéis más material para acabar de mutilar la VISA.
Para acabar la noche, nos dirigimos a un pub de música en directo, en el cual tocaban unos conocidos. Yo no se vosotros, pero a mi la música me encanta y no había visto tanta gente con tanto talento musical juntos en mi vida.
El año que viene retiran el boat show de Mónaco ( sorry) y la feria náutica de Mallorca se amplia, así que no olvidéis mi nombre, porque lo volveréis a ver muy pronto. Coming soon, my loves ;)
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